viernes, 14 de septiembre de 2007

LA RAZÓN COMO ACCESO AL CONOCIMIENTO DE DIOS


Según Kutschki, de muchas maneras desde la filosofía se ha abordado el tema de Dios, desde luego que no de la misma forma como lo ha hecho la teología desde la Sagrada Escritura y la tradición. No obstante para algunos ateos Dios no existe, o manejan una concepción distinta de lo que pudiese significar Dios para la comunidad judeocristiana, en su caso.

Dios ha sido abordado como un concepto que genera problema, como dice “en todo caso, la filosofía clásica, movida de profunda seriedad, quiso comprender lo que, bajo formas mil, se han esforzado siempre los hombres po
r comprender en su fe en Dios”(Kutschki). Este deseo de comprensión es de tipo intelectual, es decir es un asunto del conocimiento, con la cual la razón tiene que vérselas. La idea o concepto "Dios" es algo con lo cual los hombres siempre han luchado, sean religiosos, o irreligiosos. Para el caso de los filósofos, ha sido un tema con lo cual la razón ha tenido que luchar, para generar producción de pensamiento, y aunque muchos han logrado asomarse a pequeñas intelecciones que bien podrían ser equivocaciones mas que conocimiento de Dios, no han podido superar o abarcar aquello, que supera la esfera inmanente porque pervive en el campo de lo trascendente, y que se conserva como misterio, inabarcable. Se ve que entre más ansias ha habido por alcanzar este misterio y poder descifrarlo desde la razón, más se aleja y se escapa, y se hace imposible atraparlo; pues el infinito, aunque pareciese que ya se va lograr, se escapa y se hace más distante sin saber porqué.

Creo que los filósofos han hecho malogrados intentos por acomodar a Dios en la razón, y encasillarlo ahí, para poder hablar de él mediante argumentos propositivos, y así mejor entender el mundo o dar respuesta a sucesos que acontecen en él; como científicamente se podría hablar de teorías de causa -efecto. Por ejemplo para Demócrito el universo surgió de las homeomerías que son infinidades de pequeñas partículas que luego se unieron y así dieron origen a los seres. O cuando un cuerpo lo lanzamos hacia arriba, se cae por la ley de la gravitación universal. Para la lógica humana Dios pudiese funcionar así. Una vez comprobada la existencia de Dios, o una vez se pudiera dar razón de Dios, todo estaría listo. Descartes por ejemplo maquino mucho en su cabeza la idea de Dios, hasta que llegó a decir —sino me equivoco— si existe la idea de Dios es porque Dios existe, tanto en el entendimiento como en la voluntad. Lo no muy aceptable, y ya superado es que él concebía al hombre no como un ser integral, sino como una dualidad mente cuerpo, y éste último funcionaba como una máquina; entonces Dios en qué parte se hallaba? En la mente.

Desde el punto de vista de Descartes por ejemplo, logró por lo menos acercarse un poco a la idea de Dios.
Yo pienso que Dios es susceptible de ser entendido o comprendido cuando el hombre se lanza en una búsqueda desmesurada por encontrarle, pues el hombre pretencioso es un necio. Y la razón que solo da argumentos demostrables mediante principios lógicos, no puede decir nada de aquello que a ella le resulta inabarcable.

Si Dios cabe en el pensamiento, es porque existe la posibilidad de encontrarle, además, de su parte está perfecta la posibilidad, de develarse, en el caso de los filósofos, se devela en su pensamiento, en la capacidad de comprenderlo racionalmente, pero no de la manera que ellos quieren, sino que por ser Dios quien da la razonabilidad al hombre es El, quien manifiesta la oportunidad de descubrirlo, como es el caso de Blas Pascal, que logró un espacio de apertura al misterio y pudo reconocerle, no sabemos cómo fue, pero se tiene el testimonio que por lo menos lo experimentó y gustó de aquel destello de Dios en su ser. Entonces cómo otros no lo reconocieron? Entonces fue Dios no se les quiso manifestar? Como dice la Escritura desde antiguo y de muchas formas habló Dios al hombre… solo que aquellos no supieron percibir esa manifestación de Dios que actuaba en el acontecer del ser en su historia como dijera Heidegger, es decir siempre ha actuado Dios en el acontecer del Ser del hombre. Pues cómo Dios siendo el creador del ser no va a actuar en el, si él le ha impreso la capacidad de reconocerse así mismo en su en sí y en el entorno que le rodea, en el mundo de los fenómenos, fue Dios quien le otorgó la capacidad de conocer, de ver, de actuar, de preguntarse por su ser y estar en el mundo.

No se puede decir que si el hombre no logra encontrar a Dios es porque Dios no existe. Como pudiese ser la postura de los ateos. Ello da a entender que tal vez, ellos sí lo han buscado, que han hecho muchos intentos, y a lo mejor, la frustración de no encontrarlo dieron por sentada esa máxima, Dios no existe o el no a Dios. Dios no es susceptible de ser conocido, pero no se da cuando el hombre quiere, porque Dios no está a merced del hombre, el Ser de Dios existe y subsiste por antonomasia; es cuando él se quiere develar al hombre, no por voluntad o pendencia del hombre, es cuando el hombre le conoce, Dios invade todas las profundidades de su existencia y esa sed de infinito es colmada por el hombre. Pero podríamos decir que estarían jugando al gato y al ratón, el hombre que le busca y Dios que no se quiere dejar encontrar, o Dios que se manifiesta y hombre está perdido y no logra descubrirlo. Vemos en la historia que muchos hombres murieron sin conocer a Dios, o acercarse un destello del misterio. Entonces donde está la libertad humana. Entonces Dios no deja ser libre? O Dios es egoísta y no se dejo ver? Creo que aquellos que buscaron a Dios y no lo encontraron, no fue porque la revelación del misterio no fuera dada, sino porque tal vez, los medios por los cuales querían acercarse a él, resultaron ineficaces, o no fueron utilizados asertivamente. Pues como advertía hace un momento es Dios quien posibilita el encuentro, es quien genera la capacidad de interrogarse. Así aunque mucho no lograron el encuentro con Dios, es porque ni siquiera quisieron o se propusieron, o no supieron abordar el entrañable misterio de su ser, entonces lo inabarcable de su ser es lo inabarcable de Dios, porque ahí en lo más profundo e insondable del humano integral yace el gran misterio de Dios, que lo posee todo.

Aquellos hombres que tuvieron la fortuna de encontrar con avidez la experiencia mediada de Dios, demostraron que a la razón no le es inasequible, como mediación para encontrar el Ser de Dios, que por el contrario es el medio más eficaz por el cual se puede conducir un hombre para acceder al encuentro oportuno con el misterio de la divinidad. Además su capacidad de raciocinio les concedió la posibilidad comunicar mediante el logos eso que con tanta elocuencia es capaz de asimilar en el intelecto del ser de los demás seres humanos y que lo poner en comunión consigo mismo y con su historia.

Los filósofos buscan la sabiduría, y la sabiduría no proviene de la nada, la da algo, la da alguien, pues como dijera Parmenides, el no ser no es, y el Ser es, o sea del no ser no puede salir nada, porque el no ser es la nada, y de la nada no sale nada, mientras que del Ser si puede salir algo, por consiguiente si buscan la sabiduría en quien les puede dar la sabiduría, la van a encontrar, pero la sabiduría no puede venir de un ser contingente, porque la sabiduría no perece como perece el hombre, así mismo, un hombre no puede dar la sabiduría, porque hay que buscarla donde está la fuente que no perece. Luego la sabiduría, para que no haga mal uso de ella no se otorga de una vez por todas, se va dando pausadamente en la medida en que se va necesitando y el que la necesitada la va buscando, por ello no se da en plenitud, porque en plenitud la posee únicamente Dios quienes el que la otorga. Ahora bien, tanto los filósofos como los teólogos que pretenden abordar el misterio de Dios, que es la sabiduría máxima, sine qua no hallan perspectivas de realización, en la búsqueda insondable que embarga a cada uno, deben procurar con mesura, su ansia de infinito para que por lo menos el misterio de Dios les sea permitido en el suave transcurrir de su existencia, y así logren saciar sus anhelados deseos indagación.

JORGE S.

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